sábado, 11 de febrero de 2012

Posteado por fotografiasraulfg | Etiquetas : , , ,
Lagartija by Raúl Franco G


En cualquier composición en que se incluya un sujeto, debemos decidir dónde colocarlo para que armonice con el resto del encuadre. Recordemos, que cuando existe espacio libre alrededor, la posición del sujeto cobra vital importancia, por eso tiene que ubicarse conscientemente en un algún sitio dentro del encuadre.
Pero, una razón de peso para no centrarlo, es que se vuelve predecible y aburrido. Asimismo, una posición descentrada debe tener una razón, para que no resulte extraño, como la Ley de la mirada, por ejemplo, situar al sujeto en el encuadre al lado contrario hacia dónde va su mirada. Y esta posición descentrada adquiere más importancia cuando el sujeto se hace más pequeño.
A veces esta tendencia natural a descentrar el sujeto, puede, por razones especiales, romperse para hacer una toma de forma diferente, o porque obliga a hacer la fotografía de este modo.
Por otro lado, es deseable que el sujeto se encuentre descentrado solo para establecer una relación entre éste y el fondo, apareciendo más ligado con su entorno. Así, cuando ese entorno es significativo, cuando contribuye a la idea de la fotografía, vale la pena considerar descentrar al sujeto, para que ocupe solo un área pequeña del encuadre y el resto sea ocupado por el fondo. Si cerramos mucho el encuadre perderemos el interés de lo que queremos mostrar. 
Practiquemos a descentrar a nuestro sujeto, pero teniendo en mente la razón para ubicarlo en ese lugar del encuadre, estamos aprendiendo composición fotográfica.

Fuente: El ojo del fotógrafo de Michael Freeman.