Caminando por la ciudad, a días de una fuerte lluvia, me topé con este notable momento. Es decir, para mi fue un "notable momento". Esta ave, acostumbrada al quehacer humano, dejó que yo tranquilamente esperara el momento justo en que toma agua de este pequeño charco, para plasmarla en la fotografía, dejándome ver todo lo maravilloso de estos segundos. Y la interpreté como un segundo exquisito en el pasar raudo de los que vimos la escena.